LA ESPIRITROMPA DE LAS MARIPOSAS
La lengua de las mariposas,
obra maestra del cine español, de la mano de José Luis Cuerda y basada
en uno de los relatos de Manuel Rivas, puede darse en pleno siglo XXI,
salvando las distancias. El paralelismo puede darse desde el punto de
vista ideológico, cuando independientemente de la profesionalidad
docente, la postura política de un maestro puede verse atacada por un
sector de la comunidad educativa. Es más que evidente que no pueden
condenarle a muerte en el paredón del recreo, pero sus balas son en
forma de mentiras, difamaciones e insultos. Un maestro, debe intentar
seguir con su trabajo, obviando las burlas, las chanzas, las habladurías, los chismes, los embustes y las chafarrinadas
de aquellas gentes que en esta democracia añoran tiempos pasados, para
centrarse única y exclusivamente en el bienestar de los niños y niñas,
en su felicidad y en su aprendizaje.No es necesario explicar que el desgaste psicológico, anímico, emocional y laboral es evidente y que cada día, el maestro debe romper el manual de experto y reescribirlo con sus pupilos día a día.
Tal vez, estas gentes no reflexionen sobre su pertenencia a la comunidad
educativa y sobre el daño que pueden hacer con el run run de la farsa,
con sus máculas, las calumnias y falsías, y en definitiva, con las
fábulas sobre alguien que trata de educar en la democracia, el respeto y
la libertad a personas que, en pleno proceso de desarrollo, reciben
informaciones construidas sobre cimientos de tizne.
El propio centro educativo se resiente como germen cultural de la
comunidad en la que está inmerso, emborronando las señas de identidad y
los principios educativos grabados en el proyecto educativo aprobado por
todos/as los/as integrantes implicados en la educación de los más
jóvenes.
No. No sale gratis buscar alianzas para derrocar a un maestro. No sale
gratis la difamación y el engaño, ni las confabulaciones y los insultos,
ni las calumnias y las injurias. Afortunadamente, en este mundo, el
tiempo pone a cada uno en su sitio, y la espiritrompa de las mariposas
succiona rápidamente el néctar de las malas personas.
Una joven alumna me regaló esta máxima:
"EL MUNDO ESTÁ LLENO DE BUENAS PERSONAS. SI NO LAS ENCUENTRAS, SÉ TÚ UNA DE ELLAS".