SOMOS NUESTRA MIRADA
Los ojos revelan lo que nuestro cuerpo siente, lo que nuestro cerebro piensa, lo que ambos ocultan.
La interpretación que hacemos de todo aquello que sucede a nuestro alrededor y que interactúa directamente con nosotros condiciona radicalmente nuestras emociones. Nuestra formma de observar los acontecimientos, nuestras relaciones sociales, nuestros silencios y los de los demás, es esencial para el devenir de nuestro desarrollo en la vida. No en vano se dice que "los ojos son el espejo del alma" entendiendo el alma como nuestra esencia.
Mi mirada no entiende de desprecios.
La forma en que observamos el mundo dice mucho de nuestra forma de pensar. Yo, soñador de mí, he obviado hasta la fecha mi forma de concebir el mundo, y el delito me lleva a obviar la forma en que los demás lo entienden. No, no soy empático pero creo en la mirada y en su cambio y creo que es uno de los sistemas de comunicación más eficaces.
Un cruce de miradas genera un vínculo emocional fuerte y nada puede compararse con mirar a las ojos a aquella persona a la que amas. De hecho "nadie logra mentir, nadie logra ocultar nada cuando mira directo a los ojos" (Paulo Coelho). Sólo somos capaces de mentir con la palabra.
Cuando miras a los ojos de alguien, no ves sus ojos. Lo que ves es su pureza.
Hay miradas que matan y otras que dan vida. Me han matado y me han dado vida. He matado y he dado vida.
Existen pues, miradas asesinas, miradas dulces, limpias y sucias, miradas tristes y llenas de luz. Existen miradas grises, vacías, llenas y torpes.
Existen miradas...
¿Qué tipo de mirada regalas?
"No sé tu nombre, sólo sé la mirada con que me lo dices" (Mario Benedetti)